martes, 26 de enero de 2010

Aqui te amo de Neruda



Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.


Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.


O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.


Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.




Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.


Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.


Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre

sábado, 23 de enero de 2010

Distinguido señor.


Joven atormentado:
No quepa un lugar en tu alma,
que abrigue más dolor ajeno.
No hagas saber de las desdichas e infortunios,
a aquellos que culpaban sobre ti.

Hombre principiante:
Cultívate de carcajeos y halagos,
de agasajos y zalamerías.
Vive en homenaje y atranca en claustro la desgracia.

Adulto deshabitado:
Suculento guiso el que ahora prometes.
Hierve en cazuela las memorias,
remueve con cucharón evocaciones,
y sin temeridad, sazónalas con torería.


Distinguido señor:
No vive el tiempo de proyectar la mira atrás.
Ya se asediaron entre renglones las difuntas estaciones.
Encabeza nueva época y ultima el desarraigo.
Ya mana el delirio valioso, del que toca aprovechar.
............................................................Carrera, Fco.

lunes, 18 de enero de 2010

Distinguida señora


Agraciada joven vacía:
Natural, expusiste tus atributos y te exageraste.
Sencilla adornaste tus defectos y te disfrazaste.
Deformando las líneas complicaste tu dibujo.

Bella mujer solitaria:
Un viento manso no tira muros,
Pero tu hálito tiembla ímpetus.
Solo el mimo humilde revela tesoro y expresa entusiasmo.

Linda adulta despoblada:
Despide las culpas e hiere al mensajero.
Arranca del mérito que ahora te abandona,
la valía que ahora clamas.

Distinguida señora:
No escudriñe más donde antes otros lo hicieron.
Otórgate delicia, no condena.
Adjudícate tú el proporcionado perdón que tanto codicias,
Y no acuchilles de porqués tus vanas incertidumbres.
............................................................Carrera, Fco.

viernes, 15 de enero de 2010

Nuestra carretera





En una anónima y solitaria carretera, inicié un camino colmado de socavones y desplomes.

No me formé para esquivar tus emociones malditas, hartados de una malquerencia que se bañaba en ganancias, dividendos, provechos y botines, y que se ordenaban por un delirio desmedido y patrañero.

Los días rebasaron nuestros alrededores sin condena ni deleite, llegando a excluir nuestros apetitos y codicias para concedernos al mejor postor… Tan posible fue, que nos deslumbramos ante lo fascinante y accesible, dejando entre renglones lo meritorio y placentero, deponiéndolo al favor de la fatalidad.

¿Cómo peleo esto? ¿Cómo batallo y adoctrino a un sentido interfecto?

Explican los clarividentes, que ir soldado a su empuje es la solución agraciada; también exponen los astutos, que arrinconar la crueldad entre la indiferencia y el disimulo, ayudan a soportar los compromisos convenidos, aun convirtiéndonos en falsos y quiméricos monigotes de cartón, presos de la voluntad ajena.

En la reclusión de mi conciencia, repasando y reordenando mi gastada retentiva, advertí que la carretera descubría apartaderos desiguales, algo seductores y hechiceros, y que invitaban al abandono de la vía; a saber a donde; pero que nunca renuncié cuestionarme que prometían aquellos apeaderos.

Retraídamente, te fui engalanando de aquello que escaseabas, indemnizándome con malversadas evocaciones de deudas y descubiertos; de saldos y debitos; de apremios y embargos; culpas y trampas; liquidaciones y dispendios; solvencias y quiebras…

Agonizaron las caricias y las bondades; las ternuras y los afectos; las atenciones y gentilezas; el roce partícipe y la mirada encubridora; la mano que protegía del llanto; la palabra que dulcificaba y mitigaba las amarguras; tu aliento que ensamblaba con el mío cuando lo invocaba; la risa que ataviaba el salón para convertirse en carcajada; la liberación de las invenciones y los deslices; el abrazo limpio y confiado que asesinaba a las destructivas cavilaciones; la enseñanza compañera que arrimaba el hombro para cuidarme de enfrentar mis cuentas; la propuesta sabia que me resguardaba de los virulentos intentos de transformar nuestra armonía; la delicia y el goce del que me proveías cuando yo caía en tu señuelo y me dejaba absorber por tu lindura; el centelleo de tus ojos que descosían al hombre mas tiránico y descendía del firmamento al mas soberbio de los altos creadores; la ternura que emanabas, llenando mis entrañas de ánimo, bravura y coraje…

Cuando saldemos nuestros prejuicios y obsesiones, podrán reverdecer aquellas pasadas memorias, que no colecciono en mí mente como evocaciones consumidas y empobrecidas, sino como recuerdos deliciosos y fructuosos, y que aun recojo antojo de que el tiempo estacionará los designios miserables, en lo más clandestino de la hondonada del olvido.
............................................................Carrera, Fco.

Ahí existiamos...






Ahí existíamos, con las miradas fijas, con el abrazo detenido.
Vacilando si dar un paso atrás, marchar, o evaporarnos.
Proyectarse a los brazos del otro,
Implorando el socorro y el amparo disipado.

Pecábamos de ignorancia.
Nos cegaban las negruras y las tinieblas.
Nos encandilaban las luminarias que entraban en pujanzas.
Nos prendía lo anónimo y forastero.

Finalmente sonríes…

¿Qué ha pasado?, ¿Por qué sollozo?, ¿Por qué lloriqueo?
Me lastimo y lamento.
Forjas brujerías
Me matas viviendo y emergiendo me reduces.
Se separan tus brazos y parten hacia mí.
Me incluyes en tu cuerpo, en tu organismo, en tu sentido,
Me licuas en tu entidad…

Mis brazos se escarchan y espesan.
Mis ojos deshidratan y evaporan mi voluntad.
Mi vanidad se consuma y muere en esta ría.
Se hunde junto con mi suficiencia, mis mentiras y disimulos,
Junto con mis franquezas y quimeras,
Se desbandaron de mi atrevimiento.

Despojé mi existencia, y mis brazos te adjudicaron mi reducto.
Te soldé a mi pecho para enlazar tu exaltación,
bañando tu exterior y empantanando tus adentros
ahogando tu alma, en lágrimas imprecisas.

Amar es nacimiento… ¿o acaso es una conclusión?

Germinó y sucumbió fugazmente para volver a brotar.

Y ahora me pregunto…
¿Por qué te cuento yo esto?

lunes, 11 de enero de 2010

Alex Ubago pone voz a los versos mas tristes

Vuelvo a publicar aquella poesia de Pablo Neruda pero esta vez con la voz de Alex Ubago...porque merece la pena volverla a oir.

Te amo de Neruda




Te amo
Te amo de una manera inexplicable.
De una forma inconfesable.
De un modo contradictorio.
Te amo
Con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
Por lo que ya sabes,
El tiempo.
La vida.
La muerte.

Te amo
con el mundo que no entiendo.
Con la gente que no comprende.
Con la ambivalencia de mi alma.
Con la incoherencia de mis actos,
Con la fatalidad del destino.
Con la conspiración del deseo.
Con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo.
Hasta cuando te engaño, no te engaño.
En el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte... mejor.
Pues, aunque no lo creas, mi piel
extraña enormemente
la ausencia de tu piel.

Te amo.
Sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente,
espontáneamente,
involuntariamente,
por instinto,
por impulso,
irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mi.

Te amo.
Te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo
incomprensiblemente.
Sin preguntarme, por qué te amo.
Sin importarme por qué te amo.
Sin cuestionarme por qué te amo.
Te amo
sencillamente porque te amo.
Yo mismo no se por qué te amo.